jueves, 15 de diciembre de 2011

DESPERTAR...

No entiendo porque todos los días me estoy despertando como si fuera el hijo menor de Hitler, estoy hecho un loco, al comienzo todo normal, no queda otra que levantarme 30 minutos después de lo que suena mi despertador, lo dejó sonando desde las 6:00 am… pero cada vez que salgo de la cama, y no es por el calor o frio?, pero creo que el gato cochino que tengo me está desquiciando y lo veo reflejado en la cara de todas las personas con las que me cruzo en el camino. Ayer lo último que me faltó es que el gato cochino se trepó hasta dónde está mi pasta dental, cepillo de dientes y mi máquina de afeitar, no quiero siquiera pensar lo que hizo con mi cepillo de dientes, pero lo que si me pareció increíble es que el miserable gato faquir mordisqueo mi repuesto de hoja de afeitar, estaba nueva y era la última que tenía, no me quedó otra que irme barbón a la oficina, flojera total salir a comprar tan temprano y estaba con pijama; pero eso no es todo, su plataforma de servicios caquisticos se encuentra al full, su comida regada por todos lados y a veces el agua tirada en el piso… no es como para estrangularlo?, en ese momento no estoy pensando lo lindo que es o cuando era chiquitito y lo miraba… noooo!!!!, solo quiero meterle un zapatazo por las travesuras que hace mientras estoy durmiendo. Bueno, luego de bañar y cambiarme (terno, of course!) salgo a la calle; y lo primero con que me cruzo es con la construcción del hostel al lado de mi depa (obvio que desde temprano los he escuchado trabajando y haciendo más bulla que ciclón), algunos tienen la desfachatez de saludarme, solo los miro y sonrío, pero dentro de mí, los he maldecido por el resto de su vida. Sigo caminando y me cruzo con un montón de caras, lo que más cólera me da es que muchos no ven donde caminan y se te cruzan, te golpean, te empujan, te pisan y para colmo se molestan. Se habrán dado cuenta que no tengo carro, esto no es trascendente, lo importante es cruzarse con la people, la jungla vehemente que se dirige a sus puestos de trabajo y que se medio matan entrando a un micro que ya está totalmente abarrotado de gente… ok, me trepo al metropolitano, transporte de gran ayuda que te disipa de los problemas del tráfico, y disfruto del panorama (cual? Ni idea, pero algo hay)… la idea es que todo el camino solo me sirve para hacer catarsis, desde que veo la cantidad de gente que circula hasta cómo se comportan, hablan, gritan, caminan, leen, etc. Lo peor de todo es que soy un chico causa efecto, si alguien tiene la mala suerte de pegarse, golpearme o empujarme simplemente le digo en hermosas palabras al estilo Thatcher que se arrime!!; si, es cierto, me doy cuenta que soy un malcriado, obvio que no hago “el escándalo”, solo se lo digo directamente y a los ojos en un tono de voz baja pero bastante imperativa… todo esto es hasta que llego a la oficina, donde casi siempre estoy de buen humor… pero me pongo a pensar si las demás personas están pasando por algo igual, estilo rebelde sin causa, como me sucede a mí, fácil un día alguien me manda a rodar, pero mientras no suceda y, mi gato, la construcción y la gente siga enfermándome las mañanas, seguiré siendo un troglodita… seamos sinceros, a todos nos encanta despertarnos como reyes y cuando algo sucede que te malogra el día, terminas convirtiéndote en un tirano… =S

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